domingo, 4 de septiembre de 2011




¿Por qué salta la rana?
Éranse una vez cinco biólogos que merendaban frente a un estanque, cuando una rana posada en el borde bruscamente se lanzó al agua. Inmediatamente comenzó la discusión: ¿por qué saltó la rana?
El primer biólogo, un fisiólogo, dice: “En realidad, es muy sencillo. La rana salta porque se contraen los músculos de sus patas; esto sucede debido a los impulsos que van del cerebro a los músculos a través de los nervios motores: estos impulsos se originan en el cerebro porque otros impulsos previos, que llegan al cerebro desde la retina, indican la presencia de una víbora depredadora.” […]
El segundo biólogo, un etólogo o estudioso de la conducta animal dice: “Esa explicación es muy limitada. El fisiólogo ha desviado la discusión, nos ha dicho cómo saltó la rana, pero no por qué. El por qué es que la rana ve la víbora y salta con el fin de escapar. La contracción de los músculos de la rana no es sino un aspecto de un proceso complejo y se la ha de concebir en término de los objetivos de dicho proceso: en este caso, evitar que la coman. El objetivo último de escapar de la víbora es esencial para comprender la acción.” […]
El tercero era un biólogo desarrollista, quien dice: “Ninguna de estas explicaciones es la adecuada. Si la rana puede saltar, es porque durante su desarrollo, del huevo fertilizado al renacuajo y luego la rana adulta, sus nervios, cerebro y músculos fueron ‘conectados’  de manera tal que esas secuencias de actividad son inevitables, o al menos las más probables para un conjunto dado de condiciones en el punto de partida.” […]
El cuarto biólogo, un evolucionista, dice: “Ninguna de estas explicaciones es demasiado satisfactoria. La rana salta porque durante su historia evolutiva sus antepasados debieron adaptarse a la aparición de una víbora; los que no lo hacían eran comidos, y por eso su descendencia no era seleccionada.” […]
El quinto biólogo, el molecular, sonríe con suficiencia y dice: “Todos ustedes están equivocados. La rana salta porque sus músculos poseen determinadas propiedades bioquímicas. Los músculos se componen en gran medida por dos proteínas filamentosas interdigitadas, la actina y la miosina, y se contraen porque los filamentos proteicos se deslizan unos sobre otros. La conducta de la actina y la miosina depende de la composición aminoácida de las dos proteínas, por lo tanto de sus propiedades químicas y por ende de sus propiedades físicas.”[…]
Los biólogos necesitan los cinco tipos de de explicaciones… y probablemente algunos más. Ninguno es correcto por sí solo: todo depende del propósito al formularse la pregunta inicial acerca del salto de la rana. En efecto, esa frase “todo depende” es un aspecto importantísimo tanto de los procesos vivos como de los intentos de los biólogos de explicarlos. El motivo de la pregunta determinará el tipo de respuesta más útil. Es propio de la naturaleza del pensamiento biológico que todos los tipos de respuesta son –o deberían ser– parte de nuestro intento por comprender el mundo. La biología exige esa suerte de pluralismo. Concentrarse en un subconjunto cualquiera de explicaciones equivale a presentar un cuadro parcial; para tratar de comprender totalmente el más sencillo de los procesos vivos, debemos trabajar simultáneamente con los cinco tipos de explicaciones.